miércoles, 24 de octubre de 2012

EL PECADO ORIGINAL











Revivamos una y otra vez los puntos
exactos,
determinantes
de aquella noche.
Interpretemos la mejor cogida de mano,
el roce en el muslo discreto
o los reojos encontrados.

Finjamos que todo es nuevo,
calcando de manera casi perfecta
los movimientos de esa primera cita,
el inicio.

Sabiéndonos hoy más libres,
revivamos esos gestos
y alarguemos un poco más
el pecado original.
NOELIA ILLÁN

1 comentario:

  1. Ojala, pudierase revivir, reeditar, volver a rozar tu piel..., pero esta vida es una maldita sucesión de dolores y placeres. A veces hay escalofríos que recuerdan aquellos otros, de cuando debajo del ombú, pero sobran años, kilos o las dos cosas. Es bonito sin embargo volver a escuchar a Debussy aunque nunca te sugiera el mismo sentimiento.

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